Esto es Estados Unidos. Dos legisladores de la cámara estatal de Tennessee fueron despojados de su cargo, en una decisión sin precedentes, por dar apoyo a una protesta en la que se reclamaba mayor control de armas y prohibir en las calles la presencia de fusiles de guerra, como el AR-15.
A juego con esa actitud de los republicanos, críticos con las protestas y complacientes con las armas, esta mañana hubo otro tiroteo, este en el centro de Louisville (Kentucky), que dejó cinco muertos, incluido el agresor, y al menos nueve personas trasladadas al hospital por heridas de bala, entre ellas dos agentes de la policía local, uno estado muy grave tras recibir un impacto en la cabeza. Hacía solo unos días que se había graduado en la academia. Uno de los heridos falleció en el hospital la noche del martes, informó la policía.
El pistolero. identificado como Connor Sturgeon, de 25 años, también falleció en la confrontación con los uniformados. No estaba claro si murió por el fuego de los agentes o si el mismo se disparó. Sturgeon trabajaba en el banco, pero le habían comunicado su próximo despido. Durante el ataque hizo una transmisión en directo por internet.
Según una primera versión policial, un hombre armado se dirigió al Old Nacional Bank y abrió fuego antes de que los clientes pudieran acceder al recinto. Varios empleados de la entidad lograron encerrarse en la cámara acorazada del banco. De inmediato se descartó que fuera un intento de robo.
En tres minutos llegaron los agentes de la policía que abrieron fuego contra el agresor. Hubo un intercambio de disparos entre el uno y los otros. Poco después se levantó la alarma, aunque la zona seguía cerrada para procesar las pruebas.
«Esto es horrible», dijo muy afectado el gobernador de Kentucky Andy Beshear. «Unos de mis mejores amigos que figura entre los muertos», confesó casi con lágrimas. «Él me enseño a ser padre, a ser gobernador», confesó. Además, otro conocido estaba ingresado en el hospital. «Este es mi banco», reiteró.
Los cuatro fallecidos tenían edades comprendidas entre 40 y 64 años. «Esto es un acto malvado de violencia con un objetivo», remarcó el alcalde Craig Greenberg.
A pesar de que la policía de Louisville ha sido muy criticada en informes por sus conflictos raciales y el maltrato a los ciudadanos, el gobernador felicitó la rapidez de la intervención policial. «Se ha evitado muertes», subrayó.
¿Qué arma utilizó este pistolero? Por supuesto un AR-15, el rifle de moda en las matanzas registradas en Estados Unidos, que, de media, son más de una por día en lo que va de año.