En el continente africano, la migración ha sido una constante a lo largo de la historia, influenciada por factores como el comercio, la colonización y, más recientemente, la globalización y los conflictos. En este contexto, Sudáfrica se destaca como el país con el mayor número de migrantes internacionales, según datos de Statista.
A julio de 2020, Sudáfrica albergaba a aproximadamente 2.9 millones de migrantes internacionales. Este fenómeno migratorio ha tenido un impacto significativo en la economía y la sociedad del país. La llegada de migrantes ha contribuido a la diversificación del mercado laboral y ha fomentado el emprendimiento, impulsando así el crecimiento económico. Sin embargo, también ha generado desafíos sociales, como tensiones en torno a la identidad y la integración en áreas con altas concentraciones de población migrante.
Côte d’Ivoire sigue a Sudáfrica en la lista, con 2.6 millones de migrantes internacionales. Otros países destacados incluyen Uganda, Sudán y Nigeria, cada uno con más de un millón de migrantes. Estos movimientos migratorios reflejan tanto la búsqueda de mejores oportunidades económicas como la necesidad de escapar de conflictos y situaciones de inestabilidad en sus países de origen.
En términos regionales, África del Sur es la región que más migrantes internacionales acoge, con 6.68 millones de personas, seguida de África Occidental con aproximadamente 7 millones de migrantes. Este flujo constante de personas no solo transforma las dinámicas demográficas, sino que también plantea importantes retos y oportunidades para los países receptores.
La migración en África, aunque compleja, es un motor crucial para el desarrollo económico y social, y Sudáfrica se encuentra en el epicentro de este fenómeno, enfrentando tanto los beneficios como los desafíos que conlleva ser el principal destino de migrantes en el continente.
